En cualquier obra, ya sea una nave industrial, un edificio de viviendas, una infraestructura pública o una obra civil, existe un factor común que garantiza la resistencia estructural: el uso adecuado de ferralla y mallazo. Estos dos elementos, elaborados a partir de acero corrugado, son fundamentales para reforzar el hormigón armado y asegurar la estabilidad a largo plazo de cualquier construcción.
¿Qué función cumplen la ferralla y el mallazo?
El hormigón por sí solo es muy resistente a la compresión, pero débil frente a la tracción y la flexión. Por eso, necesita combinarse con materiales que refuercen esas zonas más vulnerables. Aquí es donde entra en juego la ferralla (barras de acero corrugado) y el mallazo (malla electrosoldada en forma de cuadrícula).
La ferralla se corta, dobla y ensambla según los cálculos estructurales del proyecto, formando armaduras que se colocan dentro del encofrado antes de verter el hormigón. En cambio, el mallazo se utiliza principalmente para soleras, forjados, pavimentos y muros de contención, ya que su disposición regular ayuda a distribuir mejor las cargas y prevenir fisuras.
Ambos materiales actúan como el esqueleto oculto de cualquier estructura, aportando resistencia, estabilidad y seguridad.
Aplicaciones en naves industriales
Las naves industriales requieren soluciones estructurales robustas y duraderas debido a su tamaño y a las cargas que soportan (maquinaria, almacenamiento, tránsito de vehículos, etc.). En estos casos, la ferralla es indispensable en:
- Cimentaciones profundas y resistentes.
- Pilares y vigas para grandes luces sin apoyos intermedios.
- Muros perimetrales de gran altura o expuestos a esfuerzos laterales.
Por otro lado, el mallazo es clave en:
- Pavimentos interiores para zonas de tráfico pesado.
- Suelos técnicos en almacenes y cámaras frigoríficas.
- Cubiertas y entreplantas, combinándolo con placas alveolares.
Usos en edificación residencial y civil
En edificios de viviendas, oficinas o centros públicos, estos elementos también son imprescindibles. La ferralla garantiza la seguridad de las estructuras verticales (muros, pilares) y horizontales (forjados, losas de cimentación). Mientras que el mallazo se emplea para reforzar:
- Suelos y terrazas
- Rampas de acceso
- Cubiertas planas
Además, en obras civiles como carreteras, puentes o túneles, el refuerzo con ferralla y mallazo es indispensable para soportar cargas dinámicas, evitar grietas y prolongar la vida útil de la infraestructura.
Beneficios clave de su uso
Incorporar ferralla elaborada en taller y mallazo de calidad en un proyecto conlleva beneficios directos:
- Mayor resistencia estructural frente a cargas mecánicas y movimientos sísmicos.
- Distribución equilibrada de tensiones, que evita puntos débiles.
- Reducción de fisuras por retracción del hormigón.
- Rapidez en la ejecución, especialmente con mallazo.
- Durabilidad a largo plazo, incluso en condiciones climáticas adversas.
También se reduce la posibilidad de errores durante la colocación si se utiliza ferralla elaborada según planos en taller, como la que ofrece Prearcon.
Prearcon: calidad en acero estructural
En Prearcon fabricamos y suministramos ferralla elaborada en taller y mallazo electrosoldado para todo tipo de obras. Nuestros productos cumplen con la normativa vigente y se entregan listos para su uso, asegurando una instalación precisa y segura.
Gracias a nuestra experiencia en el sector de la prefabricación y refuerzo estructural, asesoramos a nuestros clientes en la elección del producto más adecuado según las exigencias del proyecto. Ya sea una nave logística, un edificio de oficinas o un puente de gran luz, en Prearcon encontrarás el soporte técnico y los materiales de alta calidad que necesitas.¿Estás planificando una obra y necesitas acero estructural confiable? Escríbenos a prearcon@prearcon.com o llámanos al 962 45 08 90. En Prearcon en Valencia, reforzamos tus proyectos con soluciones seguras, eficientes y duraderas.