Las viguetas pretensadas de hormigón se han convertido en uno de los elementos esenciales para diseñar forjados seguros, eficientes y duraderos. Gracias a su resistencia, ligereza y capacidad de soportar cargas elevadas, estas piezas permiten construir con rapidez y precisión en todo tipo de edificaciones. Además, su clasificación por tipologías (T-12, T-18 y T-25) facilita la elección según las necesidades estructurales del proyecto. Por esta razón, arquitectos, promotores y constructoras recurren cada vez más a sistemas de forjado prefabricado que garantizan rendimiento, seguridad y control total sobre la ejecución.
¿Qué es una vigueta pretensada y por qué es tan importante?
En primer lugar, una vigueta pretensada es un elemento lineal de hormigón al que se le aplica una tensión previa mediante armaduras de acero. De este modo, se incrementa notablemente su capacidad portante y su comportamiento frente a cargas de uso y sobrecargas estructurales.
En segundo lugar, este procedimiento permite crear forjados con menor flecha, menos deformaciones y mayor durabilidad frente al desgaste y la fatiga del material.
Finalmente, las viguetas pretensadas son claves porque reducen el peso de la estructura, agilizan la ejecución y garantizan un alto rendimiento en obra.
Diferencias entre T-12, T-18 y T-25: ¿qué cambia realmente?
T-12: ligereza y eficiencia para cargas moderadas
Por una parte, la vigueta T-12 es ideal para forjados donde las luces no son excesivas y las cargas son estándar. Por ello, se utiliza en viviendas unifamiliares, pequeñas ampliaciones o forjados secundarios.
Además, su peso reducido facilita un montaje más ágil, incluso en obras con accesos complicados.
T-18: la opción equilibrada para edificaciones habituales
Por otra parte, la vigueta T-18 ofrece un punto intermedio perfecto entre capacidad portante y ligereza. Así, es muy utilizada en edificios residenciales, locales comerciales o pequeñas naves donde se requieren luces medias con excelente comportamiento estructural.
Asimismo, su buen rendimiento la convierte en la tipología más versátil del mercado.
T-25: máxima capacidad para grandes luces y exigencias elevadas
Finalmente, la vigueta T-25 destaca por soportar mayores cargas y cubrir luces más amplias. Por eso, se emplea en naves industriales, aparcamientos, centros logísticos y edificios que necesitan una estructura robusta y estable.
Del mismo modo, su diseño permite reducir el número de apoyos intermedios, mejorando la amplitud de los espacios interiores.
Cómo elegir la vigueta adecuada según tu proyecto
En primer lugar, debes analizar la luz del forjado, ya que cada modelo tiene límites específicos que influyen en la estabilidad.
En segundo lugar, conviene estudiar las cargas permanentes y variables, como elementos constructivos, mobiliario, vehículos o maquinaria.
Además, es necesario considerar el tipo de bovedilla, porque influye en el peso total y en la capacidad aislante del sistema.
Por último, la elección del tipo de vigueta también depende de los requisitos de rigidez, control de deformaciones y condiciones del uso final.
Viguetas pretensadas Prearcon: precisión, calidad y fabricación propia
En Prearcon fabricamos viguetas pretensadas T-12, T-18 y T-25 mediante procesos industriales controlados y materiales seleccionados para garantizar la máxima calidad. Además, disponemos de toda la gama de elementos complementarios: bovedillas y bloques vibroprensados, placas alveolares, ferralla elaborada, malla electrosoldada y soluciones para contención o cerramientos.
Asimismo, nuestros equipos técnicos asesoran a promotores, constructoras y estudios de arquitectura para elegir la solución estructural que mejor se adapte a cada obra.
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